Arroyo de Valdivielso

Las aguas de lluvia que caen en las laderas de la cercana Sierra de La Tesla confluyen para conformar un pequeño arroyo de aguas cristalinas que con el paso de los siglos ha modelado una espectacular garganta de gran valor geológico y natural. En esta estrecha hoz de paredes verticales, la roca aflora a modo de desafiantes “cuchillos”, permitiendo el crecimiento de encinas, enebros y sabinas, entre otras especies vegetales.


El arroyo sigue su curso en busca del Ebro, dibujando un trazado urbano lineal donde la mayor parte del caserío se levanta a lo largo de una única calle principal. Aquí encontramos varias sólidas casonas de perfecto sillar, algunas de las cuales muestran espléndidos blasones, portadas, ventanas o balconadas, que se alternan con otras casas que heredan los rasgos de la arquitectura popular montañesa. Destacan entre elllas la casona de los Díaz de la Puente y el palacio de los Bustamante.


En el centro de Arroyo, ubicada estratégicamente, se levanta la iglesia de Nuestra Señora de la Redonda, que comenzó a construirse en época románica, tal y como lo atestiguan algunos de sus elementos.  Cuenta con una sola nave de tres tramos y ábside, más dos capillas laterales renovadas en el siglo XVI con ventanas ojivales. El interior está presidido por su retablo mayor plateresco.

Arquitectura señorial

El arroyo procedente de la cercana y abrupta sierra de la Tesla ha marcado el desarrollo de este pequeño pueblo del valle. La tradicional hidalguía castellana se expresa en Arroyo a través de las piedras que conforman sus sólidas casonas. Destaca la variedad de portadas y los blasones. Se singularizan del resto del caserío varias casonas con fachadas de sillar y ventanas protegidas por rejería.

Al norte, más cercana a la Tesla, la de los Díaz de la Puente. Esta casona blasonada del siglo XVII con gruesos muros de perfecto sillar, cuenta con una espectacular galería con arcos de medio punto.

Al lado de la actual carretera, el Palacio de Bustamante, del siglo XVIII, cuenta también con una bella galería con arcos de medio punto en la fachada de poniente.

Y entre estas dos casonas, en la calle Real, resalta la fachada de otra más. Una fachada con muros de sillería y una puerta de acceso flaqueada por dos columnas y balcón con rejería.

Arquitectura religiosa

En el centro de este bello conjunto se eleva la iglesia de San Vicente, cuya construcción es de diferentes épocas. Cuenta con una sola nave, con tres tramos marcados al exterior por contrafuertes, cubiertos con bóveda estrellada. En el muro sur se aprecian las formas de una antigua portada con arco de medio punto. Junto a ella, un pórtico popular protege la portada de acceso al templo, probablemente del siglo XV. A los pies se levanta una bella espadaña barroca. El exterior del templo se abre un amplio atrio, rodeado por un muro de piedra, en el que se encuentra el juego de bolos.

En la parte más baja de la población, cerca de la actual carretera, todavía se pueden ver las ruinas de la que fue importante ermita de Nuestra Señora de la Redonda. Aún se aprecia su interesante planta con dos tramos de diferente anchura cubiertos por bóvedas de crucería y una cabecera poligonal.