El antiguo “Camino del Pescado”, una calzada medieval por la que se transportaba la lana castellana a los puertos del Cantábrico, es el eje que ha condicionado la estructura lineal del conjunto de El Almiñé.
Esta calzada se construyó para salvar el fuerte desnivel, cercano a los 400 metros, y comunicar El Almiñé con el páramo donde se encuentran la Ermita de Nuestra Señora de la Hoz o de Santa Isabel, construcción del siglo XVIII, y la Casa de la Lana. El primer domingo de julio, este entorno de la ermita acoge una romería muy concurrida.
Durante siglos el principal producto de exportación de Castilla fue la lana. La lana también fue uno de los principales factores de la prosperidad de estos pueblos, que se puede apreciar en la abundancia de palacios y casonas de la época.
En el barrio de Fuente Miñé se encuentra la pequeña ermita de San Sebastián o “Del Alba”, porque en ella se celebraba una misa al amanecer para los viajeros y comerciantes que estaban de paso en el pueblo. Esta ermita acoge un pequeño centro de interpretación sobre El Almiñé.
En el siglo XIX la calzada fue sustituida por el nuevo camino de Burgos a Bercedo, que ya descendía hasta Valdenoceda por el puerto de la Mazorra. Hoy, en el ascenso por la calzada, aún podemos encontrar tramos muy bien conservados.