Desfiladero de los Hocinos

Tras recorrer el extenso Valle de Manzanedo, el río Ebro se enfrenta a un nuevo reto para continuar su camino hacia el Mediterráneo: horadar un nuevo desfiladero entre las sierras de la Tesla y Tudanca. 


El antiguo camino de la lana, también llamado “del pescado”, descendía de los páramos adentrándose en el valle para cruzar el Ebro por el puente de Puente Arenas y tras atravesar esta bella hoz, continuar hacia Medina y desde allí hacia los puertos del Cantábrico. A lo largo de la historia, la acción del hombre también ha dejado aquí su huella, al abrirse un paso en el desfiladero.  


Esta hoz se encuentra en una zona de transición entre las regiones bioclimáticas atlántica y mediterránea. Tanto su vegetación como su orografía presentan una gran diversidad. En este recorrido, cercano a los tres kilómetros de longitud y acondicionado hoy como sendero GR99 Camino Natural del Ebro, existe una verdadera encrucijada vegetal en la que se solapan las dos áreas bioclimáticas que dominan la Península: la atlántica y la mediterránea. Encinas, enebros y quejigos crecen en las caras orientadas al sur y en las zonas más secas, mientras que boj, madroño, acebo, sabina negra, robles y hayas colonizan las orientaciones norte y las umbrías. El espectáculo de color de la época otoñal y la alegría reinante con la llegada de la primavera hacen de este paraje un lugar obligado para la contemplación. 


En este paraje anidan algunas de las rapaces más escasas de la Península Ibérica, destacando el águila perdicera, el águila real, el águila culebrera, el búho real y el alimoche. Pero entre todas las aves que sobrevuelan el lugar destaca el buitre leonado, por la amplia colonia que se cobija en las partes más elevadas del desfiladero, una de las más importantes de España. Por estas razones, la Sierra de la Tesla está incluida dentro de la Red Natura 2000 con la declaración de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).