Ruta por el Valle de Zamanzas

Ailanes de Zamanzas, enclavado en un privilegiado lugar desde donde se divisa el valle, se divide en dos núcleos y cuenta con interesantes ejemplos de arquitectura popular. La iglesia románica de San Cristóbal, de una nave y ábside semicircular, conserva interesantes elementos decorativos. Ailanes es un perfecto ejemplo de recuperación rural: alojamientos, un centro de turismo ecuestre y una quesería han devuelto la vida al pueblo.

Camino del Ebro, junto a la carretera, se localiza la ermita de La Cuesta. Adaptado a la pendiente se asienta Barrio La Cuesta. La iglesia parroquial de San Juan es de estilo popular. El  antiguo molino se ha transformado en posada.

Entre el escaso y disperso caserío de Robredo se levanta la pequeña iglesia parroquial, con restos románicos en su ábside semicircular. Su ubicación es excelente. Buena panorámica.

Hasta la construcción del nuevo puente, el sólido puente medieval de Villanueva Rampalay, realizado en sillería y con cinco arcos apuntados, fue durante siglos paso obligado para vadear el caudaloso Ebro y acceder a Zamanzas.

Gallejones, capital del municipio, se divide en dos barrios con buenas casas populares, algunas de las cuales presentan aires de nobleza. La iglesia parroquial resalta en la silueta del conjunto y luce un llamativo escudo.

Para evitar la tortuosa carretera que nos lleva a Báscones y disfrutar de las magníficas vistas, ascendemos el puerto de El Escalerón y continuamos por la nacional 623 para regresar al valle por Población de Arreba. Rodeado por un espeso bosque, Báscones es un núcleo con una interesante arquitectura rural.

Arreba: en lo alto del cordal calizo que preside uno de sus barrios se alzan los restos de su legendario castillo. En sus dos barrios existe una extensa colección de casas tradicionales bien recuperadas. La iglesia de San Juan es plateresca.

Población de Arreba: enclavado junto al valle de Zamanzas, este conjunto conserva buenas casas tradicionales con solana, algunas de las cuales se adosan entre sí. La iglesia barroca de Santa Isabel tiene una nave rectangular. 

Crespos: en este armonioso y cuidado conjunto rural se respira tranquilidad. Además de sus construcciones populares, en Crespos destaca su esbelta iglesia románica. En su única nave con ábside semicircular exhibe numerosos elementos propios de este estilo: desde la portada, el ajedrezado o los canecillos toscamente labrados, hasta un interior que sorprende por la belleza de su arquería ciega del ábside, la abundante decoración escultórica y la pila bautismal.

Vallejo: este privilegiado balcón natural sobre el Ebro, conserva numerosos edificio tradicionales y la iglesia gótica de Santa Leocadia.